Conferencia: El Arte del actor
Por: Paolo Magelli, Eslovenia
Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá, Marzo 20 de 2008
Notas tomadas durante la conferencia por: Felipe Chávez G.
Los actores europeos tienen todas las virtudes actorales y un solo defecto, por eso cuando dirijo en Alemania o Italia debo regresar a dirigir rápidamente a dirigir actores eslavos, pues estos actores tienen todos los defectos y ninguna virtud.
Toda tragedia es cómica.
Estoy feliz de haber estudiado literatura y eslavística pues me permite leer a los grandes en su propia lengua: Chéjov, Kafka. Los italianos hacen muy malas traducciones. Estos autores son profundamente cómicos, pero los italianos los traducen como oscuras tragedias. Hay que leer “América” de Kafka y encontrarle su comicidad.
Levi Satrauss decía: “Para entender la cultura de un pueblo no vallas a los libros, entra a un restaurante y lee el menú”.
El actor es la puerta para conocer el alma de un pueblo.
El actor es el alma de la humanidad.
Trabajo con un texto llamado “la utopía cansa a los caracoles”.
Tengo el alma llena de remiendos como el traje de Arlequín.
El teatro de hoy tiene varias urgencias:
- Recuperar la identidad cultural frente a la estupidez de la televisión y la edad media tecnológica que estamos viviendo.
- El actor latinoamericano: América Latina es la meca de la espiritualidad, del arte, especialmente del teatro en el nuevo siglo.
El teatro es el único lugar libre que nos queda. Somos esclavos en la política, en la prensa, en la tecnología, ya sabemos quienes son los que ordenan que debemos pensar, pero el teatro es la libertad intelectual, la libertad de soñar.
En Europa vivir algo de verdad es una excepción, todo allá es virtualmente light y la vida light, la prensa light, la política light está gobernada por unos pocos.
El actor contemporáneo debe volver a ser como los griegos: unos tipos que miran las estrellas y se preguntan lo esencial: ¿Cómo?, ¿Por qué?, ¿Para qué?, ¿Quién soy?.
El imperialismo bancario mató a dios. Cambió el triángulo con el ojo por el cuadrado del cajero automático. La vida europea está vendida a los bancos, se hipoteca la vida y se trabaja cada día para morir con la cuenta en ceros y no deberles nada. En cambio el teatro es el espacio de los sueños. El actor es mas que un vendedor de sueños.
Hay que volver a ser artesanos para poder ser artista. Desacralizar la idea del arte, reconocer las técnicas básicas.
No olvidemos que el teatro es efímero, no queda nada del teatro después de la función.
El teatro es la fragilidad de la nada.
Debes darle la oportunidad al otro de ser mejor que tú, el otro es el actor, pero especialmente el otro es el público.
La espiritualidad pasa por la materialidad del trabajo.
En suma, frente a la pregunta que me hicieron ¿qué es el actor?: el actor lo es todo.
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