En días como hoy me agarra el tedio. Es la eterna pelea contra la rutina, contra la repetición de los días, contra el cacareado "vacío de sentido" de la cotidianidad.
Pero hace rato no era conciente de esa sensación tediosa del vacío, creo que tiene que ver con que ahora ando muy ocupado en dos trabajos, una empresa, otra carrera, varios compromisos simultáneos, los proyectos creativos que nunca acabo y mi hogar. Es decir, he estado tan ocupado trabajando y estudiando, que no he tenido tiempo se sentir el tedio que me recuerda el vacío de la vida.
Creo que en el fondo, el tedio me da razón para ocuparme.
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