Cuando te escucho me vibra la sangre desde el pecho hasta el cerebro
me mariposea la pasión que guardo bajo la pituitaria
se me encalambran las añoranzas que trasteo bajo el brazo
me da náusea en el pedazo de alma que ya no uso
y le da veri veri a la motosierra que me dieron por corazón
cuando te escucho tan distante
y a la vez tan cerca del recuerdo de mis poros
por ese aparato frío en mi oreja
el aire de esta ciudad se paraliza y lo mastico de la emoción
con smog y todo
cuando desde trópico tu voz me taladra el oído
como un zancudo borracho de amor
mis sentidos se abren como una flor para dejar salir
el poco de futuro que aún sigue adherido a mis huesos
cuando te recuerdo
este cuerpecito enfermo se desbarata
las piernas se gobiernan solas
se contradicen y se pisan, pierden el ritmo
caigo de rodillas
y esta plasta de cara hace gestos para parecerse a mí
cuando te imagino
te siento tan cerca como hace unos días
cuando me sembraste la esperanza junto al hígado
con ese desgraciado golpe de amor que me diste con todo tu cuerpo
justo ahí en el huesito de la risa
y me río de mí
del escepticismo y la pereza por vivir
de creerme enamorado
porque sigo esperando un beso tuyo antes de abordar el hipopótamo azul
que me atropella cada mañana para llevarme volando hacia el trabajo
donde te imagino en la sonrisa de las estudiantes
que impúdicas me enseñan el filo de sus faldas
y me prometen jugar a la escondida en los rincones
de sus cuerpos blancos…
solo quería decirte que también te amo y me sorprendo por sentirme así
porque tenía clausurada la tajada de sandía
que bombea el veneno hasta mis músculos
pero te apareciste como una virgen insaciable
y te tatuaste como un espectro en el lugar mas visible de mis utopías
gracias por dejarme amarte así solo habités en mi imaginación
y tu cuerpo sea apenas la fantasías que mi boca siempre soñó morder
o la silueta que dibujan mis manos en el vacío cada noche para poder dormir
no espero que me creás cuanto te amo
solo quería informarte que mis deseos están en huelga de hambre
hasta que decidás compartirme un escupitajo de tu vida
y así me regalés un instante para ser feliz por los próximos cien años
y un pequeño pretexto para seguir habitándome:
una esperanza llena de dudas
un horizonte de posibilidades para perderme
o un minuto para acariciarte…
16.02.06
2 comentarios:
Estoy sin la jefe en la oficina y estoy aprovechando para devorarme los post de tu blog...que buen escrito este, me llegó. En algun punto recordar a ese amor en la sonrisa de tus estudiantes fue la parte que mas me gusto. Aunque para ti no dejamos nunca de ser esas reggaetoneras impubers con aires de gran prostituta. (O eso hacia parte del metodo de enseñanza que usaste???) Ya no se q pensar, no sé....
pues afortunadamente parecía que sí tenía méto... el mío propio, basado en el empirio-criticismo y en el materialismo dialéctico, pero fundamentalmente, el escepticismo como método...
En términos muy románticos, a mitad de ese año a mi me dió síndrome de estocolmo, es decir, me enamoré de mis secuestradores... de mis estudiantes, los aprendía a querer y a ententenr, por eso les dí lo mas importante que tengo: aprender a preguntarse
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