En este
oficio se conocen muchas viejas. Esta es
una profesión peligrosa pero lo bueno es que usted entretiene el ojo todo el
día. Mire por ejemplo esa gordita. ¡Pii Pii!
Echémosle pito y verá como sonríe la gordita ¿esta buena no?. ´
A mí me
gustan son la viuditas y aquí hay muchas y muy buenas. Lo bueno de las viudas es que ya vivieron
todo lo malo y saben cómo se vive lo bueno.
Lo mejor es levantarse una viudita con pensión, por ahí de un polocho o un militar. Esas sí saben lo que es bueno, les alcanza para vestirse bien y darse sus
gustos. Usted no me está preguntando
pero aquí donde me ve yo me he comido
tres de esas ¡Y lo pasé mas bueno!. Lo
bueno de las pensionadas es que no hay que gastarles. Pero si se consigue una sardina si hay que
tener cuidado porque se encacorran y eso es para problemas.
Vea
mijo, cuando valla a meterse con una vieja que conoce por aquí en Miamicencio
piense que se la va a comer cuatro o cinco veces, más no, porque eso ya se le vuelve una
moza, un problema. En cambio usted se come cuatro veces a una
vieja, si está muy buena aguanta unas
cinco veces y simplemente se abre porque se le vuelve costumbre, entonces ellas empiezan a llegar con el
recibo para que les pague el celular,
con el recibo para que le ayude para la luz, el agua,
que al hijo le hace falta tal cosa y se le vuelve una renta ¡Y ahí sí se
lo comen a usted!.
Nunca
valla a caer en la trampa de dar el número del celular, porque se vuelven un problema llamando y si
contesta su mujer ahí sí que peor. Usted
sí le pide el número a ella, la
llama, cuadra el horario y llegue
temprano a su casa para evitarse problemas,
primero lo primero. Cuando un
tipo empieza a llegar tarde a la casa se
le arman los problemas, no porque la
mujer se dé cuenta que el marido tiene moza,
si no porque las esposas son muy águilas y al saber el horario son ellas
las que consiguen mozo antes de que llegue el marido, entonces no hay que dar papaya.
Entonces
una vez usted ya le haya hecho la vuelta unas cuatro o cinco veces a la vieja
pues simplemente se abre, se le pierde
del mapa y si la vieja se pone intensa,
solo hay una manera de quitársela de encima antes de que le llegue a la
casa a armarle escándalo. Usted la invita,
así toque pagarle pieza, le da de
tomar algo y cuando la tiene lista,
usted simplemente le pide culo y las viejas se van porque van a pensar
que usted es un depravado. Eso sí, si encuentra una que se lo da por gusto, esa sí no la deje porque son muy difíciles de
encontrar, esas que se lo dan por gusto le
van a pedir muy poco. Por acá en Miamicencio creen que la mujer que da chiquito
se enamora de para toda la vida a cambio de nada. ¡El problema es encontrarla!. Aquí es el conjunto residencial Corocoras, pero en los conjuntos no dejan entrar taxis, son cuatro mil quinientos por la carrera y la
clase si se la encimo gratis.
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