Santiago
está en prejardín y le encanta tocar en secreto a las niñas de su curso. Cuando
la profesora percibió esas extrañas actitudes citó a los padres para
informarles.
A la
reunión solo asistió la madre de Santiago con una ceñida minifalda, unas
sandalias de tacón alto y las uñas pintadas de rojo. Después de escuchar el
informe de la profesora, la señora le
contó su historia con altibajos entre la risa y el llanto:
-
Mi esposo anda con una niña de diecinueve años que está divina, eso sí hay que reconocérselo. Pero es una trepadora que me lo está quitando
desde el año pasado. Cuando yo tenía su edad conocí a Antonio quien tenía un
matrimonio muy difícil con cuatro hijos ya mayores. Yo fui su salvación, lo saqué de esa casa y lo ayudé a salir de
esa mujer que realmente no lo quería.
Así le di los mejores días de mi juventud. Cuando nació Santiaguito las cosas empezaron
a cambiar. Como me engordé tanto le pedí
que
me pagara la lipoescultura y a los tres meses ya estaba como antes, pero en esos días él empezó a salir con otras
peladítas. Yo voy al gimnasio todos los
día, me compro la última ropa, siempre ando bien arregladita para él. Pero hace seis meses cogió la rutina de quedarse
toda la semana en un apartamento con esa
muchacha y el sábado va a mi casa, juega
con el niño un rato y yo aprovecho para consentirlo. Yo le doy todo lo que
quiera, la digo a la empleada que le
cocine algo rico y que se valla cuando duerma al niño. Antonio lleva videos eróticos y jugamos a repetir todo lo que vemos, yo le cumplo todas sus fantasías y lo hago
feliz para retenerlo. Una vez Santiaguito se despertó por la noche, entró al
cuarto y nos encontró desnudos, nos dio
mucha risa, lo llevamos a su cama y le cantamos un rato para que se volviera a
dormir y nosotros pudiéramos continuar con lo nuestro.
Aunque
no entendía la cara de asombro de la profesora ni la imposibilidad para llenar
un acta de la reunión, la madre de
Santiago continuó su narración.
-
Mi marido deja las películas eróticas en el mismo mueble de las
películas de Santiaguito quien seguramente las ha visto y por eso juega así con
las niñas, pero lo hace sin maldad
porque es un niño, es que cada día se
parece más al papá.
Santiago
crecerá rápidamente y tendrá una vida sexual activa. A los nueve años encontrará a su padre con su
madre y otra muchacha desnudos en la cama. A los once años ya habrá conocido la
intimidad con las empleadas del servicio, a los 13 años empezará a conseguir
sexo por medio de la fuerza, un día jugando amarrará y violará a una prima que
nunca les dirá a sus padres y a los diecisiete años será padre por primera vez.
A los treinta años será tan parecido a su padre que su novia se parecerá a su
madre cuando tenía diecinueve años.
-
Aunque me esfuerzo tanto en complacerlo, Antonio está cada día más
lejos de mí. Yo tengo veinticinco años pero
me siento en la tercera edad pues mi marido siempre anda con niñas de
diecinueve.
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