miércoles, marzo 20, 2013

Miamicencio 18: Diecinueve, mentiras y video



Santiago está en prejardín y le encanta tocar en secreto a las niñas de su curso. Cuando la profesora percibió esas extrañas actitudes citó a los padres para informarles.

A la reunión solo asistió la madre de Santiago con una ceñida minifalda, unas sandalias de tacón alto y las uñas pintadas de rojo. Después de escuchar el informe de la profesora,  la señora le contó su historia con altibajos entre la risa y el llanto:

-          Mi esposo anda con una niña de diecinueve años que está divina,  eso sí hay que reconocérselo.  Pero es una trepadora que me lo está quitando desde el año pasado. Cuando yo tenía su edad conocí a Antonio quien tenía un matrimonio muy difícil con cuatro hijos ya mayores.  Yo fui su salvación,  lo saqué de esa casa y lo ayudé a salir de esa mujer que realmente no lo quería.  Así le di los mejores días de mi juventud.  Cuando nació Santiaguito las cosas empezaron a cambiar.  Como me engordé tanto le pedí que
me pagara la lipoescultura y a los tres meses ya estaba como antes,  pero en esos días él empezó a salir con otras peladítas.  Yo voy al gimnasio todos los día,  me compro la última ropa,  siempre ando bien arregladita para él.  Pero hace seis meses cogió la rutina de quedarse toda la semana en un apartamento  con esa muchacha y el sábado va a mi casa,  juega con el niño un rato y yo aprovecho para consentirlo. Yo le doy todo lo que quiera,  la digo a la empleada que le cocine algo rico y que se valla cuando duerma al niño.  Antonio lleva videos eróticos y  jugamos a repetir todo lo que vemos,  yo le cumplo todas sus fantasías y lo hago feliz para retenerlo. Una vez Santiaguito se despertó por la noche, entró al cuarto y nos encontró desnudos,  nos dio mucha risa, lo llevamos a su cama y le cantamos un rato para que se volviera a dormir y nosotros pudiéramos continuar con lo nuestro.

Aunque no entendía la cara de asombro de la profesora ni la imposibilidad para llenar un acta de la reunión,  la madre de Santiago continuó su narración.

-          Mi marido deja las películas eróticas en el mismo mueble de las películas de Santiaguito quien seguramente las ha visto y por eso juega así con las niñas,  pero lo hace sin maldad porque es un niño,  es que cada día se parece más al papá. 

Santiago crecerá rápidamente y tendrá una vida sexual activa.  A los nueve años encontrará a su padre con su madre y otra muchacha desnudos en la cama. A los once años ya habrá conocido la intimidad con las empleadas del servicio, a los 13 años empezará a conseguir sexo por medio de la fuerza,  un día  jugando amarrará y violará a una prima que nunca les dirá a sus padres y a los diecisiete años será padre por primera vez. A los treinta años será tan parecido a su padre que su novia se parecerá a su madre cuando tenía diecinueve años.

-          Aunque me esfuerzo tanto en complacerlo, Antonio está cada día más lejos de mí.  Yo tengo veinticinco años pero me siento en la tercera edad pues mi marido siempre anda con niñas de diecinueve.

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