Soy un colombiano promedio, uribista purasangre desde la
primera elección de alvarito y en su reelección, pero cuando aprendí a
leer y entendí que los 2000 falsos positivos y los 35 congresistas uribistas
presos por parapolítica fueron el sustento de la seguridad democrática;
me volví santista sin llegar a ser mamerto.
Los mamertos son una boleta, con su
apoyo al terrorismo. Cualquier cosa que apoye a la guerrilla hay que
acabarla con mano dura. Alguien debe sacrificar un poquito de derechos
humanos por el beneficio común, sean jóvenes de Soacha o recolectores de
café.
Todos los pobres son iguales,
perezosos. La gente que no sale adelante es porque no se esfuerza.
Soy un colombiano promedio que estudió en la universidad pública pagando menos
de un salario mínimo por semestre pero pienso que todo lo público es de mala
calidad (menos la universidad donde yo estudié). Soy un colombiano
promedio, tan promedio que soy de la clase media emergente que tuvo unos
padres apenas alfabetos y unos hijos con posgrado y tres tarjetas de crédito.
Continuará dentro de ocho días...
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