Soy un colombiano promedio. Soy hincha de un equipo inglés,
uno español y uno italiano. Me veo todos los partidos de las
grandes ligas porque en Colombia no hay fútbol profesional aunque soy capaz
de darle cuchillo al que se atreva a insultar mi camiseta.
El fútbol es solo una radiografía de lo
colombiano que soy, pues siempre soy de los mejores. Si soy paisa,
soy de lo mejor, si soy costeño, los cachacos son barro y si
soy rolo, el resto del país no existe.
Soy un colombiano promedio, mi
posición política es la histeria de cada elección, fui activista de la
ola verde igual que antes había votado por Uribe y después me declaré
santista no uribista, como si fuera posible separar los dos extremos de la
misma mordaza, el neoliberalismo terrateniente del neoliberalismo minero
y bancario... pero yo no entiendo de temas aburridos de política,
porque soy un ciudadano promedio. Ahora por ejemplo, me
interesa la pelea de Jerónimo y Tomás Uribe contra Martín Santos,
al fin y al cabo, cuando les toque el turno, ellos se rotarán
la presidencia y es chévere ser amigo de ellos desde ahora en face y en instagram. Ellos tiene
derecho a gobernar cuando quieran porque son como la realeza de Europa, gente bien y además son lindos.
Soy un colombiano promedio, veo El
lavadero y la Red. Me se de memoria toda la actualidad de la farándula,
puedo recitar los nombres de todos los protagonistas de novela desde la
primera temporada y me veos todos los realitys
porque demuestran la superación de la gente con talento. Soy tan promedio
que sueño ganarme algún día un reality, pero estoy esperando alguno que
no me exija demostrar alguna habilidad, uno donde por ejemplo se tenga
sexo en vivo y gane el que lo hace por primera vez en la pantalla. La gente
estará feliz de descargar Parlar TV y
votar por la mejor mancha de sangre en al sábana.
Continuará dentro de ocho días...
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