Saavedra es de las grandes, no solo porque pueda vivir del hermoso trabajo de escribir letras para muchos cantantes del continente, de moverse entre el circuito comercial y el de lo alternativo como cantautora; sino por la potencia de su palabra, por la fortaleza de su voz y la delicadeza de su poesía.
Ya había contado que De eso se trata me salvó de mí mismo en uno de los momentos más difíciles de mi vida y que ese ciclo se cerró con el llanto años después cuando por fin la vi en vivo...
Por tantas horas entre sus melodías, solo me queda agradecerle a la vida por hallar en Saavedra una excusa para seguir creyendo en el arte y en la vida.
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