Título: Todos tus muertos
Director:
Carlos Moreno
Salvador
es un campesino bizco que un día encuentra un montón de cadáveres en su cultivo
de maíz. Va al pueblo a informar a las
autoridades pero el alcalde está ocupado haciendo campaña en pleno día de
elecciones y el comandante de la policía está almorzando, va a la emisora del
pueblo y le dice al locutor que ocurrió una masacre.
El
alcalde y el policía van al lugar de los hechos, efectivamente encuentran un
arrume de cadáveres y empiezan a imaginar cómo deshacerse de los muertos sin
causar mayores contratiempos. Su
preocupación no es saber quién los mató,
ni quiénes son; sino quién los vino a dejar en los predios del pueblo.
Los
muertos observan, se mueven y no tienen
rastros de sangre, son simplemente un
montón de anónimos difuntos.
En
medio de la tensión de los personajes se dan pinceladas sobre quien ejerce el
verdadero poder en la región: el señor de una camioneta a quien rinden
pleitesía, un patrón que ya tiene
arregladas las elecciones para que gane su sobrino, un Don para quien el policía se arregla el
uniforme, un doctor a quien el alcalde
rinde cuentas, una presencia que todos
ven sin denunciar que ejerce como paraestado frente a los funcionarios del
Estado.
El
señor ordena sacar los muertos del pueblo y así todo queda arreglado, pero en esa travesía es necesario que otros
muertos se suban al camión, así sea el
locutor del pueblo y los representantes de la ONG gringa y se presume que en el
próximo la pueblo alguien ordenará enviar los cadáveres a otra parte en un
ciclo infinito de horror y desarraigo.
El
peso narrativo está en Salvador (Álvaro Rodríguez) quien hace el amor con su esposa junto a sus
gayos de pelea, corre con la guadaña,
suda, grita, pide ayuda, se
desespera y encarna la inexplicable sensación de la impotencia mezclada con
temor.
Carlos
Moreno realizó su anterior película Perro como perro con un presupuesto más
grande para un público más amplio. En
todos tus muertos vuelve a grabar en el Valle del Cauca pero no en Cali y lo
hace con un equipo de trabajo más pequeño. Con la luz natural logra sofocar a
los personajes para tensionar más la historia. Con el elenco de actores de
teatro pasa de un tono realista a un tono afectado por la teatralidad pero todo
se integra al objetivo de la puesta en escena.
Todos
estos elementos le dan un tono particular a la película, empezando por la dificultad de definir el
género cinematográfico porque semejante cantidad de muertos no podrían ser la
base de una comedia, ni siquiera de una
comedia negra, pero tampoco se podría
encasillar como un drama, ni mucho menos
como película de acción. Todos tus
muertos parece más una película experimental,
de denuncia y de una profunda sensibilidad humana, donde el director se arriesga al surrealismo buscando un tono poético que es
difícil de sostener al brincar de la cruda realidad a la metáfora de los
muertos sin sangre.
Pero
es una película incómodamente necesaria porque habla de la negligencia de los
funcionarios, habla de cómo este país se fue acostumbrando a contar muertos y
fosas como si fuera cotidiano, habla del
absurdo de las muertes colectivas, habla
en fin, de la historia reciente del país
a partir de la vida de un pobre campesino.
Habla de todo eso con un lenguaje cinematográfico auténtico y arriesgado
y por eso es difícil salir de la proyección sin una sensación de incomodidad en
el ojo y en el alma.
Al
final los actores salen a hacer la venia porque esta película es un teatro, el escenario de la representación de la
muerte, el teatro de operaciones, la escena del crimen, los actores que representan un muerto sin
estar muertos pero se conduelen con la muerte.
Esa venia como gesto simbólico termina de definir el tono de farsa
macabra que Moreno decidió para narrar esta dolorosa historia que es un grito
para no olvidar a todos los muertos del conflicto colombiano, al fin y al cabo desde el principio nos
advierte que no son unos pocos, que son muchos,
que son nuestros, que son Todos
tus muertos.
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