Director: Paul Thomas Anderson
Cuándo la vi: Septiembre 30 de 2008. Villacentro, Villavicencio.
Mas de diez minutos y no hay una palabra articulada. Una especie de minero solitario, busca entre las rocas en un hoyo profundo, cuando intenta salir quiebra un escalón de la rústica escalera y al parecer también se quiebra la pierna. Esa constante de dolor aparece periódicamente en la película irrumpiendo la quietud.
El tiempo es una dimensión extensa casi inmóvil en el plano paisaje polvoriento. Entre el sol, el barro y la furia de la naturaleza; el calor de la fotografía hace mas arduo el trabajo de la excavación. También la primitiva tecnología de madera le aporta tensión permanente a la historia del dinero y la ambición, pues en el fondo, esa es la síntesis de “Petróleo sangriento” (Floja traducción de There will be blood).
Paul Thomas Anderson se arriesga a contar cuarenta años de historia en 158 minutos de filme. La fiebre del petróleo a finales del S. XIX y principios del S. XX, parece ser solo una cortina de fondo para hablar de la ambición, principio básico del sistema capitalista. La narración es visualmente detallada. La mùsica es determinante, casi un personaje mas para el dramatismo, la fuerza y la coherencia de las imágenes. La fotografìa aporta al calor del paisaje y al tono realista de la historia que lentamente se convierte en una farsa, hasta llegar al delirio de la locura tan simbólica que el final queda casi en puntos suspensivos.
Con pulcritud, detalle y muy pocas palabras Daniel Day-Lewis interpreta a Daniel Plainview, un pionero de las excavaciones petroleras en Estados Unidos, un magnate egoísta, que enloquece mientras crece su fortuna y su avaricia ahogada en alcohol y soledad. En algún momento afirma que “odia a todas las personas” y por eso no le importa proyectar una imagen de hombre de familia solo para ablandar a los vendedores de tierra.
La obra es satírica y grotesca, logra incluso momentos de un ridículo mordaz, como en la escena del bautismo de Daniel, donde el pastor Eli Sunday (Paul Dano) lo arrodilla y le devuelve las bofetadas y humillaciones que le había hecho Daniel para no pagarle el dinero destinado para construir la iglesia.
La relación del accidente que deja sordo al hijo, como aparente consecuencia de no bendecir la excavación, el abandono del hijo y la partida del hijo cuando ya es adulto; desarrollan esa complejidad del personaje que pasó de unos gestos muy afectivos con el niño, a negar su paternidad en la adultez “Eres una bastardo de una cesta en el desierto” le grita Daniel quien ya se ve muy acabado por el alcohol y la locura.
Las complejas relaciones: poder-iglesia, dinero-tierra, petróleo-sociedad; tienen en “Petróleo sangriento” un buen punto de referencia para el análisis.
Fotografías tomadas del sitio oficial http://www.therewillbeblood.com/
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