Esa era la bella época de las utopías, cuando todo esta por realizarse, cuando todo era posible y hacíamos hasta lo imposible por lograrlo... Eramos jóvenes, pero fundamentalmente soñadores con una ciudad mejor mediante el arte y la cultura.
Aunque no hemos tenido una relación muy cercana, siempre he respetado y admirado el trabajo de Nemcatacoa y siento una especie de complicidad generacional con Nicolás con quien comparto la misma década de formación, luchas socioculturales parecidas y especialmente el mismo interés en investigar con el propio trabajo para formarnos, para aprender en el ejercicio de la creación.
Esta entrevista empezó en Bogotá en el Festival Iberoamericano de Teatro y terminó en Cali en el Festival de Teatro Callejero Vivo en 2012. Y cuando la veo publicada en PortalEscena siento una especial felicidad por poder documentar fragmentos del movimiento teatral, por poder dejar registro de los procesos creativos que conforman la desconocida historia del teatro colombiano.
PD: Gracias a Johana Martínez quien hace la segunda cámara y se comunica conmigo mediante un extraño lenguaje de señas que facilita el flujo de trabajo de la grabación y la edición.
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