Un par de veces me he visto jugando culebrita mientras el del lado chatea en su Black Berry, toma muy malas fotos con su dispositivo móvil o publica interesantísimas entradas en su microblog: “Ya me subí al bus”, “el chofer tiene bigote y va a 75 km/h”, “dimos una vuelta hacia la izquierda”, “Me dio hambre”.
Lo increíble no es que alguien escriba tan rápido en su tecladito, lo verdaderamente increíble es que alguien en algún lugar del mundo tenga tiempo para leer los minicapítulos de la aventura cotidiana ¡Y se tome el tiempo de responder!: “¿es bolivariano?”, “no te pases del límite de los 80”, “mejor agarre pa la derecha, vea el país con uribe”, “coma mute”(sic). En unas extrañas “conversaciones” de doble sentido donde uno no sabe si están hablando de sexo o de política, se inventaron un nuevo tipo de Haiku contemporáneo o simplemente están contando lo que van viviendo con su limitado lenguaje.
Cuando saco mi teléfono para ver la hora o leer los diez mensajes publicitarios que abusivamente me envía el operador celular, mis alumnos se ríen y me dicen: “cambie la perola”, “que boleta”, “dame tu pin”, yo me río y les digo que mientras el celular me sirva para hacer y recibir llamadas, no pienso cambiarlo, que si necesito hacer algo en internet, vivo conectado con el portátil todo el día, si necesito fotos, ahí está la cámara fotográfica y si necesito video, ahí está la cámara de video, en suma que tengo suficiente tecnología para suplir mis necesidades de información, conexión y expresión. Ellos me dicen que todo eso lo podría hacer desde el BB pero sé que un aparatico de esos no me alcanza para el volumen de información textual, gráfica y audiovisual que manejo diariamente.
Soy de la última generación de bachilleres que aprendió mecanografía, he podido estudiar y trabajar porque puedo manejar un teclado con los diez dedos, no me quiero cambiar de mi mundo decadactilar a su mundo bidactilar donde escriben con los pulgares en el BB o con los índices en el computador. Así me siento cómodo y eficiente.
Además: ¿Para qué voy a pagar una servicio de internet portátil si en mi trabajo tengo banda ancha gratis todo el día y en mi casa tengo un plan de TV con banda ancha?. Al contrario, el fin de semana apago el router para desconectarme, leer en papel, arreglar la casa, echarme un motoso y disfrutar el atardecer, incluso sin hacerle fotos ni publicaciones en mi blog a cada uno de esos momentos.
Espere el próximo artículo: Diatriba 2: Contra la fotografía en internet
5 comentarios:
A mi me dolió muchísimo cuando me robaron mi "perolita", el celular que tengo ahora es normalito, tiene una cámara muy discreta que nunca uso. Para eso tengo mi cámara fotográfica.
El MP3 si me es indispensable, no hay nada más aburrido que subir al transmilenio y no poder escuchar mi música.
Excelente post, profe. Muy de acuerdo. Esperando el próximo.
Abrazos!
porfavor si tiene datos de artesanos que elaboran las corrozas de pasto o de que material esatn hechas por favor colaboreme...estoy al mando de la corroza de este año en mi universidad y no se como hacer una
En cual colegio de villavicencio trabajas como profesor?
Pues el trabajaba en el CES pero ya se fue.... ke cosas era uno de los mejores
Att: Christian P
Post: Por lo menos cambie el carro XD hagale un favor a la naturaleza
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