domingo, marzo 22, 2009

Documental: Caminos de paz

Título: Caminos de paz
Director: Jorge Enrique Botero
Cuándo lo ví: Marzo de 2009 en www.telesur.net
Juro que ese domingo primero de febrero de 2009 esperé que el señor Jorge Enrique Botero estuviera mintiendo y que su amenaza de mostrar las grabaciones se quedara simplemente en palabrería. Juro que me dije: "este man si es muy bobo, para qué amenaza con mostrar las imágenes en vez de mostrarlas de una buena vez, seguramente es puro alarmismo".

Ese día seguí por radio la liberación de los policías y soldados. Me angustié con la espera y supuse que el retrazo se debía al clima de la selva.

Al final del día me alegré al ver a los soldados bajarse del helicóptero en el aeropuerto de Vanguardia aquí en Villavicencio y escuché pasar sobre mi casa los helicópteros que salieron desde la Brigada Militar. Unos minutos mas tarde escuché la carabana de buses y carros que ivan nuevamente del aeropuerto hacia la Brigada con toda la comitiva de acompañantes.

Ese día tuve la sensación de que la historia del país me estaba sucediendo en vivo y en directo mientras los helicópteros volaban sobre mi casa.
Pasadas estas semanas, después de la alegría que nos produjo la liberación de los secuestrados, después de leer la crónica de Daniel Samper Pizano sobre su trabajo en la comisión y especialmente después de ver el documental Caminos de Paz en Tele Sur; me quedan las siguientes sensaciones entre pecho y espalda:

1. EL GOBIERNO URIBE NOS MIENTE:

El día de las liberaciones el Alto Comisionado para la paz dice que "el gobierno no ha realizado ningún vuelo en la zona". Un par de días depués el ministro Juan Manuel Santos dice que "sí se realizaron vuelos, pero sobre 20.000 pies de altura" y al sentirse cuestionado por poner en riesgo la operación, dice que "fue un error de buena fe de la fuerza Aérea".

Primero dicen que no hubo vuelos, despues que sí pero por encimita y después que sí pero de buena fe. Ni siquiera se ponen de acuerdo para decir la mentira.
La otra cohartada tampoco les funcionó al pretender convencernos de que las fuerzas militares actuaron solas, en un trabajo de rutina. Nadie se cree semejante cuento viniendo de un gobierno cuyo presidente dice ser el primer soldado del país. Igual con el ilegítimo bombardeo a Ecuador. Esas operaciones requieren una coordinación milimétrica a nivel del ministerio de defensa, es decir del gobierno.

2. LUIS CARLOS RESTREPO NOS MIENTE:

El alto comisonado acusa a un jefe guerrillero y al periodista Jorge Enrique Botero de distorcionar la realidad de los hechos "de crear sosobra" pues según él no habían sobrevuelos, pero el documental demuestra que sí los hubo y que la operación estuvo en riesgo por esta situación.
3. URIBE NO ES UN ESTADISTA SINO UN FINQUERO

Y que pena con el uso peyorativo de la palabra "finquero", pero un estado no se puede gobernar con los arrebatos de un papá bravo, sino con políticas serias y democráticas. El arrebato del señor Uribe al desmembrar la comisión humanitaria para tener que recular al día siguiente, demuestra ese estilo de gobierno gamonal.

Se pone bravo y solo autoriza al Comité Internacional de la Cruz Roja y al día siguiente debe reautorizar a la senadora Piedad Córdoba.

Se pone bravo y prohibe el ingreso de periodistas al aeropuerto y cuando se le baja la calentura, debe recular para autorizar el ingreso.

Esa actitud de gamonal, de patrón que gobierna al detal por ejemplo mandando a la señora a sacar el televisor de la prendería en un consejo comunitario, demuestran la falta de visión de estadista del actual gobernante.

Pero sé que juestamente ese estilo tan absurdo (y antidemocrático) de gobernar es lo que mas le gusta a la masa uribista: un patrón que habla duro y se hace el bravo e incluso pasa por encima de la ley para cumplir sus obstinaciones.

4. LAS CORTINAS DE HUMO

Debo expresar abiertamente que la llamada del periodista Jorge Enrique Botero a Tele Sur aunque fue un acto individual sin consultarlo a la comisión; no desvirtúa ni el trabajo de la comisión ni el del periodista, teniendo en cuenta que como lo dice Daniel Samper en el video: "en un día tan importante, el comisionado tiene el celular en buzón".

En una situación tan complicada donde está en riesgo la vida de las personas, una llamada a un medio internacional (del que Botero es cofundador) no puede ser interpretada como "caja de resonancia al terrorismo".
5. VALE LA PENA VER EL DOCUMENTAL

El documental "Caminos de paz", da una mirada desde adentro del operativo de liberación de secuestrados, con sus tensiones, frustraciones, emosiones y alegrías.

Narra cronológicamente las tres liberaciones de la primera semana de febrero de 2009, contrasta comunicados oficiales con el registro de los hechos, en ese sentido evidencia las mentiras del gobierno, toma frases de los secuestrados y los liberados y concluye con la consigna por un acuerdo humanitario y por eso es un documental incómodo.

Pero fundamentalmente es incómodo porque le da pantalla a una realidad del país que el gobierno actual y la masa acrítica se empeñan en negar como si esa fuera la solución: le da voz a los guerrilleros y creo que ese es el principal aporte del documental:

Muestra a Ivan Marquez pidiendo el intercambio de sus "prisioneros", muestra a los comandantes del operativo contando su infancia en la violencia partidista de mediados de siglo con la retórica marquetaliana de los farianos antiguos. Muestra una comisión almorzando sancocho con unos guerrilleros negritos y mestizos con acento campesino y lo peor, muestra una guerrilla uniformada, haciendo ceremonias y honores militares. Es decir demuestra nuevamente, que la afrimación "lafar están muertas" es otra mentira de Santos y Uribe.

Y no es que yo quiera que existan las Farc, ni que aspire a que se tomen el poder; sino que el primer paso para empezar a resolver el conflicto es reconocer la existencia del otro, el otro bando, el enemigo si se quiere. Desconocer o negar la existencia del otro bando no soluciona el conflicto.

Como ya lo he planteado, considero que la solución al conflicto empieza por reconocer al otro como humano, como colombiano, como persona. Reforzar el imaginario de unos guerrilleros con colmillos que toman sangre humana y no sienten el conflicto no aporta a la solución de la crisi s humanitaria del pais.Uno de los momentos mas desagarradores del documental es cuando una jovencita guerrillera seguramente menor de edad, habla con profundo convencimiento: "esto no se arregla solo a las balas", dice y remata con una frase incomprensible para quienes vivimos en la Colombia asfaltada informada por dos canales de televisión, y que en labios de una guerrilla que se empeña en atentar contra la población civil, parece un chiste: "Aquí estamos, luchando por la paz".

Solo por echarle una mira a "esa otra Colombia", solo por contrastar las versiones de los medios oficiales con otras fuentes, solo por conocer la operación de liberación de los secuestrados, vale la pena ver el documental "Camino de Paz".

Fotos: tomadas del documental "Caminos de paz", transmitido por Tele Sur

jueves, marzo 19, 2009

El extraño caso de Benjamín Button

Título: El extraño caso de Benjamín Button

Director: David Fincher

¿Cuándo la vi?: Villavicencio, febrero 13 de 2009


Seguramente reciclando alguna lectura previa y sin proponérmelo mucho, hace muchos años escribí:


“Nací anciano y me he ido eniñeciendo con el paso de los días”.


Hoy encuentro esa metáfora desarrollada en la película “El extraño caso de Benjamín Button”, dirigida por David Fincher: Un bebé nace como si tuviera ochenta años y se va eniñeciendo hasta morir.

Eric Roth demuestra su capacidad de narrar la historia nortemericana con el hilo conductor de un personaje conmovedor como lo hizo en el guión de Forrest Gump. De ahí la cercanía de los dos personajes: Una “enfermedad extraña”, una madre ejemplarizante, la guerra, el miedo a tener un hijo igual y un amor eterno que conoció desde niño; demuestran el desarrollo paralelo de las dos historias.

La metáfora del tiempo se plantea desde un presente cercano: La anciana Daisy está a punto de morir en una clínica de Nueva Orléans mientras se avecina el huracán Katrina, su hija empieza a leerle un diario y descubre la fascinante historia de Benjamín. Un relojero ciego pierde a su hijo en la guerra y por eso fabrica un reloj que gira en sentido contario para que el tiempo regrese a todos los jóvenes que mueren en la guerra.


Esa es la primera escena conmovedora, los soldados corriendo hacia atrás y las bombas implosionando, los reclutas que se despedían, ahora saludan de regreso…


La madre de Benjamín muere en el parto y el padre lo rechaza por parecer un monstro. Una mujer negra trabajadora en un acilo de ancianos lo adopta y lo cría. Benjamín (Brad Pitt) crece entre ancianos y al principio es uno de ellos. Aprende a caminar y percibe cómo va rejuveneciendo, conoce a una niña pelirroja y empieza una vida errante siempre con el referente amoroso de ella: Daisy (Cate Blanchet). Aunque se separan durante varios años, se reencuentran varias veces hasta que ella se hace una mujer madura y él un adolecente. Tienen una hija pero Benjamin sabe que sería muy doloroso que Daysy termine criándolos a los dos.


Daisy se convierte en una exitosa bailarina clásica “la primera norteamericana invitada a bailar en el Ballet Bolshoi”. Pero un accidente le destruye la pierna y se dedica a enseñar en un pequeño estudio.

La escena del accidente está construida con maestría, plantea la serie de pequeñas coincidencias de la vida cotidiana que se deben reunir para que le ocurra ese accidente, a esa persona, justo en ese momento.


Pasados los años; Benjamín regresa a reconocer a su hija y su nuevo padre. Se vuelve un niño que olvida su pasado, olvida caminar, olvida hablar y muere como un bebé en los brazos amorosos de Daisy.

El extraño caso de Benjamín Button tiene todo el estándar audiovisual de Hollywood: vestuarios de época, un casting de lujo, maquillaje sorprendente, ternura envasada y una dirección de actores meticulosa. Variables que aseguraron trece nominaciones en los premios Oscar pero solamente tres estatuillas: dirección artística, maquillaje y efectos visuales.


La película conmueve por su planteamiento de la vida y la vejéz:


Definitivamente le tememos a la vejez por el temor a la muerte, al fin y al cabo todos nos vamos eniñeciendo, como dice Daisy “todos terminamos en pañales”.


Al final, el reloj que giraba al revés es reemplazado por uno digital, termina abandonado en una bodega que es inundada lentamente como consecuencia del huracán y yo recuerdo ese texto que escribí hace años:

“Ese niño que juega a ser yo

Y cuando se descacha lo logra

Ese niño que juega a ser yo

Viste como yo, habla como yo

Y es yo cuando quiere

Pero nunca quiere.”


Lo peorcito de Benjamin Button:

La escena de la bailarina liberada, seduciendo a Benjamin para vivir una noche de desenfreno, pues remata con el texto “Me he acostado con hombres mayores que tú”, que en el contexto de la película parece un mal chiste.

La sorpresa de la hija al descubrir que su madre fue una gran bailarina porque es inverosímil poder ocultar durante años una verdad tan grande del estilo: “Fui la primera norteamericana en bailar con el Ballet Bolshoi”.

La escena final: “algunos van a la guerra, algunos manejan taxi, algunos trabajan, algunos simplemente bailan”: Parece un comercial de Bancolombia y le resta contundencia a la historia.


Lo regulimbis de Benjamín Button:

La fotografía y en general la ambientación de mediados de siglo, parece una caricatura al estilo King Kong que no le aporta al desarrollo de la historia.

La metáfora del tiempo hacia atrás a veces pierde fuerza, uno empieza a imaginarse la misma historia con un personaje que nace niño y muere anciano y no encuentra una película muy diferente.

La necesidad errante del personaje no queda suficientemente justificada, Benjamin viaja hasta la India buscando tal vez ¿su identidad? pero parece un simple joven aventurero. Brat Pitt se parece al alpinista aventurero de “Siete años en el Tíbet”.


Lo mejorcito de Benjamin Button:

La secuencia que explica el origen del reloj al revés.

El maquillaje que le ayuda a Brad Pitt a cambiar de edad de forma creíble.

La escena de las coincidencias para que ocurra el accidente.

El casting, especialmente Cate Blanchet, hermosa como joven y como mujer madura.


Fotos tomadas de: http://wwws.warnerbros.es/benjaminbutton/

domingo, marzo 15, 2009

the cool hunter

The cool hunter, un portal especializado en diseño de espacios, objetos, interiores y acabados, con ideas bastante frescas y creativas. Tambien algunas ostentosamente lobas y otras hasta ridículas.
Pero el recorrido por las fotos puede ser intersante para refrescar conceptos sobre el uso de materiales y formas de un estilo extrañamente "contemporáneo".

Una colcha de retazos de buenas y malas ideas.
Fotos: tomadas de www.thecoolhunter.net

Logo Faves

Como el diseño se me ha vuelto una especie de hobby, les comparto esta buena muestra de logotipos.
Ojalá la vieran tantos diseñadores y plagiadores que andan sueltos por ahí.

miércoles, marzo 04, 2009

La guerra es un problema semántico

Mi mal recibido argumento sobre "la guerra como problema semántico" ha empezado a tener coincidencias con otras voces.

Por ejemplo, Daniel Samper Pizano hoy amaneció diciendo palabras mas, palabras menos; lo que yo he intentado desarrollar durante mis últimos artículo: Las Farc no se acaban por decreto ni por demagogia. La afirmación del ministro Santos: "las Farc están muertas" es obviamente una falacia, mas exactamente una mentira.

Y que no salgan los uribista a decir que soy cómplice del terrorismo, caja de resonancia de la narcoguerrilla ni que apoyo a las Farc. Como cualquier ciudadano no violento, yo también espero la desmovilización de las Farc y el fin del conflicto armado en el pais. Pero eso no se logra con los elegantes giros semánticos para disimular la realidad: la torturra y desaparición por agentes del estado no se debe llama "falso positivo", así como los secuestrados no son simples "retenidos" y el paramilitarismo sigue existiendo así las llamen "bandas emergentes".

Debemos develar la estructura ideológica que carga el lenguaje, mucho mas en tiempo de guerras mediáticas.

Aquí un buen ejemplo análisis crítico de esos discursos: